Necesito perder peso, tengo que bajar unos kilos, quiero adelgazar… son frases que se repiten sin parar y que todos hemos dicho alguna vez.
Sin embargo es importante saber distinguir lo que es sobrepeso y lo que es inflamación.
Tener un exceso de peso corporal como tal, solo es perjudicial para las articulaciones, lo que entendemos por sobrepeso que en realidad es “gordura”, es un exceso de grasa corporal, que hace que seamos siluetas más grandes que no caben en las tallas que deseamos y que supone un riesgo para nuestra salud.
- Lo que marca nuestra temida báscula cuando nos pesamos es la suma de nuestros huesos, líquidos, músculos y masa grasa.
- La grasa no pesa, si ponemos aceite en un vaso de agua este flota, porque pesa menos que el agua, la grasa ocupa lugar pero no aumenta significativamente el peso.
- La masa muscular y el líquido corporal dan más peso que la grasa, por eso cuando hacemos ejercicio, sobre todo de fuerza y aumentamos la masa muscular, pesamos más en la báscula y eso no significa que hayamos engordado.
Lo mismo ocurre con la inflamación, cuando hay una inflamación sistémica o generalizada en el organismo se tiende a acumular líquido, que al igual que el musculo pesa, por eso vemos que los números en la balanza suben a pesar de seguir las mismas pautas de alimentación de siempre y no haber comido nada que “engorde”
Son muchos los factores por los que nos inflamamos, desde el estrés, altos niveles de cortisol, dormir mal, alcohol, medicamentos, pero sobre todo una alimentación desequilibrada en la que aparecen refinados, azucares, procesados, exceso de lácteos, harinas y otros comestibles que no se pueden llamar alimento…
Cuando ciertos alimentos o componentes de ellos pasan la barrera intestinal y llegan a sangre, el organismo no los reconoce y los ataca e intenta eliminarlos, activando el sistema inmune y el proceso de inflamación.
Cierta inflamación en el vientre a lo largo del día es normal, lo que no es normal es cuando se siente con dolor abdominal y una distensión tan grande que molesta hasta la ropa.
Al cambiar ciertas pautas alimentarias suele pasar muchas veces que, aunque no se baja mucho en la báscula, es decir, no se adelgaza, se deshincha mucho sobre todo la zona del vientre, se desinflama esa zona, queda más plana y desaparece la sensación molesta de hinchazón y tirantez.
No hay una dieta o un tipo de alimentación útil para todo el mundo, cada persona tiene unas necesidades, por ello lo mejor es acudir a un profesional del sector que te pueda elaborar un plan personalizado para conseguir tus objetivos y no obsesionarse con los números que marca la báscula ni empeñarse en bajar de peso cuando quizás, lo que hay que bajar es la inflamación.
En Belladona somos especialistas en alimentación antiinflamatoria y te elaboramos tu plan personalizado fácil y cómodo de seguir para lograr tu objetivo, que es la salud y el bienestar.
No dudes en enviarnos tu consulta