El sangrado intermenstrual es una pérdida de sangre producida días después de haber finalizado una regla y antes de la llegada de la siguiente regla o también en épocas ausentes de reglas como la menopausia o el embarazo. Puede suceder en distintas situaciones:
-Durante la menopausia:
El desequilibrio hormonal suele ser la causa más común, también la sequedad y la reducción de elasticidad vaginal. (Habría que descartar otras patologías)
-Después de las relaciones sexuales:
La fricción producida durante el acto sexual en el cérvix, puede provocar el sangrado, también la falta de lubricación, hasta un 10% de las mujeres lo padecen en alguna ocasión. (Habría que descartar otras patologías)
-Durante el embarazo:
Puede haber perdidas, aunque todo vaya bien. (Siempre habría que descartar la amenaza de aborto o el embarazo ectópico)
-Causas ginecológicas:
Existe una gran variedad causas ginecológicas que puedan provocar un sangrado, podemos enumerar algunas a modo orientativo: Fibromas, pólipos, infecciones, cáncer, virus del papiloma humano, miomas, desequilibrio hormonal, uso de anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual, vaginitis, cervicitis, enfermedad pélvica inflamatoria, endometriosis.
-Causas no ginecológicas:
El estrés los trastornos alimentarios, un problema de tiroides o el ejercicio físico intenso también podrían producir perdidas.
Aunque en algunas ocasiones los sangrados intermenstruales son de poca importancia o ninguna, siempre es importante observar su evolución y consultar con un ginecólog@. Las perdidas pueden aumentar provocar dolor, mal olor e incluso picor o ardor al orinar, por lo que sería necesario consultar con un médico.
Cuando nos encontramos con un manchado es importante descartar que no provenga del recto o de la uretra ya que en esos casos el procedimiento se saldría de la rama de ginecología.
La duración normal de la menstruación es de entre 2 y 7 días aproximadamente y aparece cada 22 a 35 días, son los ciclos más habituales, aunque puede haber ciclos más largos y más cortos sin que ello conlleve una patología.
Es importante no alarmarse ante una perdida, pero si es necesario no pasarla por alto ya que podría anunciar algo más serio que la propia pérdida en sí misma. También debemos tener en cuenta que las perdidas continuadas pueden llevarnos a una anemia y al dolor pélvico que dificulta nuestro desarrollo normal del día a día.
Queremos aconsejarte como siempre hacemos, que des importancia a los cambios y avisos que te da tu cuerpo y que no dudes en consultarnos tus dudas y no olvides tus revisiones periódicas.
Dra.: Rosa Fernández Argüelles
Ginecóloga de Clínica Belladona