¿Cómo se contagia?
Toda persona sexualmente activa puede contraer la infección por clamidia, ya que su transmisión se produce a través de las relaciones sexuales vaginales, orales o anales.
Si tienes más de una pareja sexual, mayor es el riesgo de infección, y ante un diagnóstico de clamidia todas las personas con las que hayas mantenido contacto sexual deben ser evaluadas, hacerse las pruebas y recibir tratamiento..
¿Cómo se detecta y como se trata?
Debes acudir a la
consulta de ginecología o
urología y después de una exploración, bien mediante un análisis de orina, o bien mediante recogida de muestra de la zona genital y una vez obtenido el diagnóstico, el especialista procederá a pautar el tratamiento que, habitualmente se trata con una combinación de antibióticos.
En las mujeres, si la infección no es tratada, puede propagarse al útero o a las trompas de Falopio y causar
enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Esto ocurre hasta en un 40 por ciento de las mujeres que tienen la infección por clamidia y no han recibido tratamiento. La EIP puede causar daño permanente a las trompas de Falopio, al útero y a los tejidos circundantes. El daño puede llegar a causar dolor pélvico crónico, infertilidad y embarazo ectópico.
Las complicaciones entre los hombres son poco comunes. En ocasiones, la infección se propaga al epidídimo (el conducto que transporta el semen desde los testículos) y causa dolor, fiebre y rara vez esterilidad..