THE NEW YORK TIMES

Las mujeres con frecuencia enfrentan problemas cuando el método de control de natalidad que estaban usando ya no les funciona bien. Muchas no conocen las opciones disponibles y cómo cambiar de método sin el riesgo del embarazo.

Las mujeres optan por cambiar de método anticonceptivo con una frecuencia asombrosa. Las tasas de discontinuación son de hasta 90% para algunos métodos, según un informe de los Centros Battelle de Investigación y Evaluación de Salud Pública de Estados Unidos.

El mismo estudio recogió que 40% de las mujeres casadas y 61% de las mujeres célibes de la muestra había cambiado de método a lo largo de dos años. Finalmente los investigadores concluyeron que “muchas mujeres probablemente estén insatisfechas con sus experiencias con métodos particulares”.

Un aspecto inquietante es que los investigadores encontraron que “aproximadamente una de cada diez mujeres opta por abandonar la anticoncepción por completo, incluso al tiempo que están en riesgo de un embarazo no planeado”.

La mayoría de las mujeres obtiene sus anticonceptivos de médicos familiares y clínicas de salud, no de ginecólogos informados sobre las opciones y capaces de ayudarles a elegir una, o dos, acorde a sus circunstancias. Sin una guía apropiada para hacer cambios de manera segura, a menudo ocurren interrupciones en la protección de los anticonceptivos que pueden resultar en un embarazo no planeado.

CAMBIOS

. Una diversidad de problemas puede incidir en la elección de un anticonceptivo o llevar a cambiar o abandonar la anticoncepción, destacó la Dra. Ruth Lesnewski, directora del Proyecto de Acceso a Salud Reproductiva y quien, además, trabaja en una clínica de salud comunitaria en Manhattan.

Según la experta, cambios en la circunstancia de vida, en el estatus de la relación de pareja, efectos secundarios derivados de un anticonceptivo en uso y dificultades para ponerse en contacto con el médico tratante son algunos de los factores que afectan la decisión de cambiar de método anticonceptivo.

La doctora también señala motivos vinculados a la carencia de información: el desconocimiento sobre la oferta de anticonceptivos, albergar creencias anticuadas con respecto a métodos más efectivos y pensar que todas las píldoras de control de natalidad tienen composición y efectos colaterales similares cuando en realidad pueden divergir mucho.

La decisión de abandonar un método de control de natalidad puede ser peligrosa. William R. Grady, quien dirigió el estudio Battelle, dijo en una entrevista que “un número considerable de mujeres cambia de método en un plazo de dos años, al tiempo que hay un alto índice que no pasa a ningún método. Quizá hayan evitado exitosamente el embarazo durante un año o más y crean, incorrectamente, que tienen un riesgo más bien bajo de concepción”.

TRANSICIÓN

. Otro factor que pone en riesgo de embarazo no planeado a algunas mujeres es la falsa creencia de que se debe esperar al comienzo del ciclo menstrual para empezar con un nuevo método.

Estas interrupciones en la protección nunca deberían ocurrir, dijo Lesnewski, quien fue una de las autoras de un informe sobre prevención de interrupciones en anticoncepción en Médico Familiar de Estados Unidos el año pasado.

“Muchas mujeres se embarazan cuando dejan un método de control de natalidad antes de empezar con otro”, destacó. Por ejemplo, una mujer que ha estado tomando pastillas no debería esperar al comienzo de su siguiente período antes de empezar con una píldora diferente. Más bien, debería cambiar directamente de una píldora a otra sin perder un solo día.

Para otros tipos de cambios, como de una pastilla a un parche anticonceptivo, hace falta una superposición de dos días para prevenir un descenso en los niveles hormonales y asegurar protección.

Cuando se pasa de una píldora, parche o anillo vaginal a un DIU de progestina o implante hormonal, se requiere de una superposición de siete días, pero eso no hace falta si se cambia a una T de cobre.

Por otra parte, si el cambio se hace en la dirección opuesta, de una T de cobre a una píldora, parche o anillo, la mujer debe usar el nuevo método durante siete días antes de que el DIU sea removido.

Otra opción consiste en confiar, religiosamente, en un método anticonceptivo de barrera, como el condón o diafragma con espermicida, para cubrir cualquier brecha.

El uso de un método de barrera durante siete días es esencial cuando se pasa de una T de cobre a un DIU de progestina (o durante cuatro días cuando se hace el cambio en sentido contrario) porque la mujer se vuelve fértil tan pronto como se quita el DIU.

Al momento de plantearse el cambio en el método de protección, es necesario tener presente que entre mujeres fértiles que tienen relaciones sexuales con regularidad sin método de control de natalidad, la tasa de concepción se acerca al 100% en un plazo de dos años.

“Muchas mujeres se embarazan cuando dejan un método de control de natalidad antes de empezar con otro”. R. Lesnewski.

Cambios en los métodos anticonceptivos

Según un estudio el 40% de las mujeres casadas y 61% de las solteras varía el método en el lapso de dos años.

La tasa de concepción se acerca al 100%

Sucede en el plazo de dos años, en mujeres fértiles, que no usan protección y tienen sexo regularmente.

Para cambiar de método anticonceptivo

Se debe saber si es necesario superponer ambos métodos y si se requiere sumar uno de barrera.

El País Digital

 

1 comentario
  1. La cuestión de la auto medicación o el priorizar el consejo de una amiga o vecina sobre el del profesional siempre ha sido motivo de preocupación.

    En la anticoncepción empeora la situación el que el efecto secundario de un mal consejo es un embarazo no deseado. Por eso en Clínica Belladona ponemos un especial empeño en romper mitos y hábitos poco saludables insistiendo en la necesidad de hacer las preguntas necesarias incluso por teléfono antes de interrumpir o modificar cualquier tratamiento.