La menstruación es normalmente cíclica en la vida de las mujeres, salvo problemas ginecológicos o de otra naturaleza que puedan alterar su ciclo natural.

La regla es señal de buena salud en las mujeres, ya que en caso de poca salud o desnutrición, la menstruación desaparece por completo o sus ciclos se alteran.

Es un rasgo femenino que aparece alrededor de los 12 o 13 años, cuando el cuerpo de la mujer se desarrolla y empieza a prepararse para una posible fecundación. No debemos olvidar que en muchas ocasiones la menstruación viene acompañada de dolor. Ese dolor es producido por las pequeñas contracciones del útero al expulsar la sangre al exterior.

En muchos países del mundo la menstruación se considera algo sucio y vergonzoso, algo que hay que ocultar. La falta de recursos en las escuelas de esos mismos países, no facilita que las niñas tengan una buena higiene intima durante su menstruación. La falta de higiene unida a los tabúes, hace que cada regla sea un sufrimiento para muchas niñas y mujeres.

Es necesario conseguir que se hable con naturalidad de la menstruación, como algo sano, no como algo sucio y motivo de discriminación hacia las mujeres. Es necesario romper con esos tabúes y educar en este aspecto a hombres y mujeres para que la salud sexual, intima y psicológica de las mujeres y niñas mejore y no se sientan discriminadas por un hecho fisiológico natural.

En países como China existe un tipo de baja laboral para los días de regla. En otros se utiliza la menstruación para negar derechos a las mujeres en sus trabajos, poniendo como excusa que la regla las hace incompetentes e histéricas y por ello no deben ocupar puestos de responsabilidad. De igual manera siguiendo estas creencias, también se les niegan derechos sociales y económicos.

Las mujeres deben tener la posibilidad y la tranquilidad de tratar su menstruación como algo natural, lo que realmente es. Un proceso tan normal como puede ser la digestión. Tienen derecho a poder tratar su cuerpo y sus reglas de una manera digna e higiénica, sin que nadie las menosprecie por este hecho.

Blanca Cañedo-Arguelles
Gerente de la Clinica Belladona