En el mundo unos 222 millones de mujeres no pueden acceder a anticonceptivos con lo cual no pueden decidir si tener hijos o no y tampoco en qué momento tenerlos. 125 millones de mujeres dan a luz cada año en el mundo, de las cuales 43 millones no son atendidas en centros sanitarios y 33 millones de nacidos con complicaciones no reciben asistencia sanitaria. 1.5 conviven con el VIH y 3 millones de mujeres sufren secuelas por abortos clandestinos y no son atendidas como debieran.
Son datos muy alarmantes y por eso este año la Conferencia Internacional de Parlamentarios, se ha basado en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Con el lema “Ella importa” se hace un esfuerzo por empoderar a las mujeres para que puedan decidir saludablemente sobre su sexualidad y planificación familiar. Se intenta en este congreso que se firme una declaración conjunta, en la que se de la debida importancia de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres para llegar a un empoderamiento femenino. Un documento que será presentado a los líderes del G-7 y del G-20 para que actúen en consecuencia.
Parlamentarios y expertos en sociedad civil de países tan dispares como Suecia (permiso de maternidad de 18 meses) o Kenia (85% de los partos no son atendidos por personal sanitario) han debatido sobre temas cruciales para las mujeres de todo el mundo como es el acceso a anticonceptivos, vulnerabilidad manifiesta de las mujeres en los conflictos humanitarios, los peligros de los abortos clandestinos e inseguros , el papel de los hombres en cada uno de estos temas, las necesidades especiales de bebés prematuros, prevención y sistemas sanitarios fuertes .
La idea es, que los derechos sexuales y reproductivos, no sólo son un derecho humano, sino que son el paso inicial al resto de derechos. Porque la planificación familiar tiene la capacidad de romper el círculo de la pobreza. La mujer que no se queda embarazada en su etapa adolescente tiene más posibilidades de finalizar sus estudios, si consigue terminarlos tendrá un trabajo mejor y a su vez un mejor salario. Con un salario que le permita cubrir sus necesidades podrá decidir en qué momento quiere tener hijos y cuando los tenga, los niños podrán acceder a lo necesario para cuidar de su salud y educación.
“Sin poder controlar tu propio cuerpo, no hay independencia“, declaraba Kristin Hetle, representante de ONU mujeres, e informaba de un dato poco esperanzador: “Si continuamos a este ritmo, no vamos a ver una igualdad de género en los próximos años, ya que se ha calculado que hacen falta unos 80 años más para alcanzar una igualdad de género global real”. “Claro que hemos avanzado”, apuntaba Marleen Temmerman, directora del departamento de Salud Reproductiva de la Organización Mundial de la Salud. La mortalidad materna ha disminuido a la mitad. “Pero aún 800 mujeres mueren cada día por complicaciones en el embarazo y/o en el parto“.
“Desde la Clínica Belladona esperamos que todos estos proyectos no se queden solo en palabras escritas en un papel y que se le de la importancia que merece a la planificación familiar y esto se traduzca en un bienestar social por el que hay que luchar a diario para que llegue a todas las personas del mundo”.
Blanca Cañedo-Argüelles
Gerente de Clinica Belladona