La encuesta tocó su fin el viernes y decidisteis, con un 39% de los votos, que la razón por la que a muchas mujeres les costaba tener un orgasmo en las relaciones sexuales con los hombres, fue porque necesitan más preliminares. Seguido, muy de cerca con un 30%, de cuestiones y creencias culturales. Las siguientes razones que votasteis fueron: Porque simplemente, los cuerpos de las mujeres son más lentos y los de los hombres, más rápidos(15%), porque necesitan una estimulación extra (8%) y porque les da corte y no se dejan llevar (6%).
Hoy me centraré en las 2 primeras, de las cuales, una de ellas es la correcta :).
Razón 1: Porque necesitan más preliminares
Es una creencia habitual en nuestra sociedad creer que si no existen una serie de prácticas sexuales en el encuentro con otras/os, las relaciones sexuales no son completas. Haciendo un esquema general, las relaciones sexuales genitales suelen constar de:
1. Besos y caricias
2. Sexo Oral
3. Coito
4. Orgasmo
Dentro de este esquema, el punto 1 y 2 formarían los preliminares y el 3 y el 4 las relaciones sexuales en sí.Si alguna de estas prácticas no está presente, se tiende a pensar que las relaciones no han sido completas. El encuentro con otra persona, y la valoración del disfrute que se haya tenido, se valora en función de si ha habido o no orgasmo. Es decir, se marca una meta y, en función de ella, se valora el camino…craso error, ya que lo que al final se busca es el orgasmo y no el disfrute en sí mismo.
Semejante valoración se le da al coito, sobretodo, en las parejas heterosexuales. De ahí que existan unos preliminares…Si no hubiesemos recibido una educación tan coitocéntrica, hoy nos estaríamos haciendo la pregunta del millón: ¿Preliminares a qué?
Partiendo del esquema nombrado, vemos que el “plato fuerte” es la estimulación directa del pene, pero no así del clítoris. Como ya sabemos, las partes más sensibles que, mediante su estimulación, pueden dar lugar al orgasmo en los hombres es el pene y en las mujeres el clítoris. Con el coito, el clítoris no es estimulado directamente, por tanto es más difícil que de lugar al tan escurridizo orgasmo. Pero ello no depende ni de que los hombres sean más rápidos (Falso), ni de que las mujeres necesiten una estimulación extra (futuro post), ni de que a las mujeres les de corte y no se dejen llevar, ni porque necesiten mas preliminares, sino básicamente por:
Razón 2: Cuestiones y creencias culturales
Efectivamente, las creencias culturales es la respuesta correcta. Todo lo que oímos y aprendemos configuran lo que será nuestra vivencia de la sexualidad. Ya hablaba en esta otra entrada que el mayor órgano sexual que tenemos es nuestro cerebro. Así pues, las prácticas consideradas como obligatorias encorsetan tanto a hombres como a mujeres a una práctica del sexo muy reducida.
Efectivamente, las creencias culturales es la respuesta correcta. Todo lo que oímos y aprendemos configuran lo que será nuestra vivencia de la sexualidad. Ya hablaba en esta otra entrada que el mayor órgano sexual que tenemos es nuestro cerebro. Así pues, las prácticas consideradas como obligatorias encorsetan tanto a hombres como a mujeres a una práctica del sexo muy reducida.
Estas creencias producen en los hombres una sensación de tener que “cumplir” en la penetración, aguantando y pensando en otras cosas para aguantar más (¿?). Y, por otro, en las mujeres, las prácticas habituales no estimulan su zona más sensible: el clítoris, que es la única parte del cuerpo cuya función es producir orgasmos (tecnología punta!). Aquí también entraría los aprendizajes en función de género, ya que una de las cosas que las mujeres aprenden desde pequeñas es que tienen que satisfacer a su pareja, aún a costa de que ellas no estén satisfechas. De ahí que muchas chicas aleguen que, con la penetración, no se estimulan directamente el clítoris con su mano por si su pareja se ofende…Es decir, si se mantienen relaciones sexuales genitales con otra persona, el objetivo es disfrutar. Si una vez que se están realizando, “eliges” disfrutar menos por si alguien se ofende, al final es más un suplicio que un placer!. Al igual pasa con los chicos y su “aguante”. Muchos hombres dicen que su truco para aguantar más tiempo con la penetración es pensar en otra cosa que no tenga nada que ver con el momento..y mi pregunta es: entonces, ¿para qué los haces?
Lo que está claro es que esta educastración (expresión escuhada del Pedagogogo y Terapeuta Carlos San Martín, de la Fundación Sexpol) que hemos recibido con respecto a nuestra sexualidad lo único que hace es que la vivamos con reparos, sin darnos rienda suelta y sin poder disfrutarnos como queramos. El problema lo encontramos cuando vemos que, miremos donde miremos, existe un único modelo de relación, siendo más complicado encontrar modelos nuevos. Aún así, siempre queda la esperanza de la imaginación y la responsabilidad que tenemos cada cual con nosotras/os mismas/os de buscar aquello que nos haga sentir bien. Puesto que, como ya dije en un anterior post, No somos más que participantes en el placer del resto de las personas y responsables del nuestro.
Y sobre todo recuerda que el Orgasmo nunca acude cuando se le llama, sino que va donde escucha la fiesta :)
Mónica QJ