El malestar psicológico que estamos viviendo en la actualidad debido a la pandemia es más que evidente. Nos encontramos con más apatía, tristeza, síntomas relacionados con ansiedad, dificultades para dormir y, en general con más estrés que resulta ser una combinación de varios elementos como es el ambiente, nuestros pensamientos, las respuestas físicas o lo que sentimos y la forma que tenemos de responder o lo que hacemos.
Nos encontramos con una sensación de agotamiento que nos está dejando huella en nuestra salud mental. Todo ello, trae como consecuencia el incremento del consumo de psicofármacos, aunque bien es cierto que ya existía un uso elevado de dichos fármacos, llegando a encontrarse entre los productos más vendidos por las empresas farmacéuticas.
Además, es importante destacar que más del 85 % de los psicofármacos son administrados a mujeres. Con estos datos, cabe preguntarse si es que existe más ansiedad y depresión entre mujeres, o preguntarnos si puede estar relacionado con la historia personal de cada una, o pueda ser por una falta de un diagnóstico adecuado, o la falta de recursos y servicios sociales adecuados para conocer las causas reales de esa sintomatología, cómo afecta la conciliación de la vida laboral y familiar, o el rol de ser cuidadoras, con la mayoría de las responsabilidades del hogar y cuidado de hij@s y/o familiares.
Los psicofármacos son útiles y necesarios en trastornos mentales severos, sin embargo, no resuelven lo que nos sucede en el día a día, los problemas cotidianos a los que nos enfrentamos en la vida. Incluso pueden generar efectos secundarios adversos y una dependencia tanto física como psicológica.
Recuerda, no debes automedicarte, los psicofármacos deben tomarse siempre con un control médico adecuado.
Pidenos ayuda siempre que lo necesites, para recuperar tu trayectoria vital en estos momentos difíciles que vivimos.
Fdo. Nathalie García
Psicóloga Clínica Belladona